NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA

Nuestra intención es poner en marcha un proyecto educativo diferente, que sirva tanto para cubrir las deficiencias del modelo educativo oficial, como para amortiguar su impacto en el alumnado. Queremos articular de forma cooperativa los elementos educativos que afectan a la familia, interconectando conocimientos y saberes para facilitar el desarrollo integral de la persona.

Planeta Imaginario se sostiene en los siguientes principios y valores.

Decrecimiento, sostenibilidad y ecología.

• Pretendemos trabajar la sostenibilidad desde el principio de que habitamos un planeta finito, con recursos limitados y que es necesario que desde muy temprano nos demos cuenta de esa situación. No desde algo doloroso, sino como una liberación de determinadas esclavitudes que nos han y que nos hemos impuesto y creído.
• Desde ese sentido abordar el consumo responsable, la reutilización...
• Valoración de las propias y verdaderas necesidades
• Educar para la austeridad, la sobriedad y la simplicidad voluntaria.
• Respeto hacia los recursos naturales.
• Sin verdadera igualdad no puede haber un proyecto educativo. Somos complementarios. 

Coeducación y cooperación.

• Tenemos una nueva oportunidad para volver a reaprender el espíritu cooperativo, que nos permitió como especie llegar donde hemos llegado (en el buen sentido). recuperar el sentido de la colaboración, del aprendizaje, de la valoración de que todos podemos aprender de todos. Ahí subyace el respeto y la humildad (respeto para con el otro y humildad para con uno). 
• Transmisión de conocimientos de igual a igual. 
• Recuperación de la horizontalidad, diálogo, asamblearismo. 
• Acompañamiento educativo a las familias. Cooperación entre educadores y familias en los procesos de educativos. 
• Abordaje común de los problemas. 
• Valoración de los aprendizajes significativos (búsqueda de la utilidad de los aprendizajes para una mejor asimilación) 
• Conectar las distintas materias para generar una mirada global. Trabajar la relación de contenidos. Esto enlaza con la cooperación, ya que no podemos ser expertos en todo, se requiere de un equipo de trabajo lo más diverso posible para sacar adelante un trabajo.

Espíritu crítico.

• Autoconocimiento, autocrítica.
• Crítica constructiva.
• Uso ético de información y argumentación en la propia acción (creación de alternativas justas).
• Enseñar al estudiante a pensar y a hacer valoraciones por el mismo, evitando que sean meros repetidores de lo que le enseñan. Esto está muy vinculado con el desarrollo de la seguridad en sí mismo.
• Saber contrastar la información, hacerse preguntas e indagar.
• La educación como generadora de ese espíritu crítico.
• Educar para emancipar a las personas y para transformar la realidad a través del activismo, del compromiso con la humanidad, y del propio modo de vida de cada individuo.

Trabajo digno y justo (desarrollo personal y felicidad).

• Respeto a los ritmos personales.
• Valoración justa de los trabajos y esfuerzos.
• Trabajar para vivir.
• Autonomía a través del autoempleo.
• Organización de tipo cooperativo para asegurar una digna remuneración del trabajo y acceso a bienes y servicios. 
• Reparto del trabajo de forma solidaria. Consideración del trabajo como un medio de desarrollo personal, al servicio de la vida de las personas. 

Educación emocional.

• Comunicación asertiva.
• Lenguajes positivistas. 
• Expresión de sentimientos y apoyo emocional. 
• Generación de entornos positivos para el aprendizaje (se ha comprobado que un ambiente emocional grato y amable favorece la asimilación de contenidos y el aprendizaje). 
• Valoración de la alegría en contextos educativos para posibilitar el aprendizaje no como sufrimiento, sino como una manera que ayuda a entender la realidad multidisciplinar que nos rodea.
• Valoración del esfuerzo que requiere el educarse, educar y formarse en su justa medida. Ya que este esfuerzo se vé gratificado con resultados que forman a la persona en su faceta de responsablilidad.